

Secciones
Servicios
Destacamos
El viejo palacete en ruinas del paseo de la Estación vuelve a ser noticia y regresa a los tiempos en los que Ayuntamiento de Salamanca tenía que reclamar a los propietarios para que mantuvieran el lugar en condiciones decentes. En este caso, el conflicto se ha producido por la presencia de vegetación muy crecida y alta, que el consistorio quiere evitar en un solar del centro por el riesgo de incendios y de que aparezan plagas.
En las últimas fechas, el consistorio ha requerido a los propietarios nuevamente el desbroce de los hierbajos de la misma y, según fuentes municipales, los propietarios lo han recurrido. De forma que, por ahora, habrá que esperar para ver limpia la parcela de casi 1.500 metros cuadrados que ocupa la construcción en un lugar muy destacado a la avenida.
Noticia Relacionada
En las últimas semanas, la vegetación silvestre ha vuelto a apoderarse del solar donde se levanta este viejo edificio. Las malas hierbas han crecido hasta una altura considerable, casi la de la tapia que rodea el perímetro de la finca, y parte de la vegetación está muy seca.
El solar se ha estado limpiando con cierta frecuencia, un interés que sí se han tomado los actuales dueños, una sociedad inversora formada por empresarios salmantinos que adquirieron el edificio a finales de 2019. Desde entonces, han atendido puntualmente las necesidades del lugar, entre otras cosas, con varios desbroces y cerrando de forma efectiva los accesos por puertas y ventanas para evitar que nadie volviera a entrar.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Salamanca ha requerido a los propietarios como hizo en el pasado, pero la respuesta ha sido negativa y habrá recurso. De esta forma, la antigua villa del paseo de la Estación vuelve a ser fuente de conflicto, algo que se había evitado en los últimos años a raíz de su compra por parte de una sociedad de inversores salmantinos.
El edificio está datado en el año 1900, tiene 408 metros cuadrados repartidos en dos plantas y 1.473 metros cuadrados de solar. Figura en el catálogo de edificaciones protegidas de la ciudad y cuenta con protección ambiental. Con ese nivel, se permitiría una restauración estructural y cambio de cubierta, pero sería obligatorio mantener fachada y sus elementos más característicos. Se permite un volumen adicional según se señala en planos de calificación urbanística, clave para el proyecto planteado por sus propietarios.
Desde hace años se encuentra en situación de abandono, tanto el edificio principal como la finca y algunas construcciones anexas. Figura en la lista roja de Hispania Nostra como edificación en ruina y en grave peligro de desaparición. Urbanísticamente, no tiene declaración de ruina.
El palacete fue ordenado construir por Alfredo Sánchez Moyano, abogado del Estado y delegado regio de Alfonso XIII, a finales del siglo XIX, tras la construcción de la estación de tren en 1886. En aquel entonces ocupaba el nº 3 de la avenida de Canals, hoy nº 29 del paseo de la Estación. Posteriormente, se instaló el consulado de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Es una construcción de estilo regionalista con mirador o torreón central, contraventanas venecianas y zona de servicio. Su estado de conservación es malo por las ocupaciones y la falta de mantenimiento.
En septiembre de 2019 fue adquirido por un grupo de inversores salmantinos que proyectaban convertirlo en complejo de viviendas de lujo, utilizando el edificio principal, del que se conservarían los valores arquitectónicos, y construyendo en el fondo de la parcela acompañado de equipamientos deportivos, piscina y zona ajardinada. Sin embargo, la crisis por el Covid frenó todos los proyectos y vuelve a estar a la venta.
El lugar tiene un amplio historial de multas y requerimientos, pero correspondían a la anterior propiredad, a la que durante años hubo que exigir que limpiara y adecentara el solar, que asegurara la estabilidad del edificio y que tomara medidas para evitar que entrara gente, sin éxito. Con frecuencia la parcela aparecía invadida por la vegetación y desde el ayuntamiento se tenía que pedir periódicamente la limpieza.
También hubo que clausurar el edificio e intervenir en varias ocasiones para sacar a personas que lo ocupaban y evitar que se repitiera. En 2010 el ayuntamiento requirió a los anteriores dueños su arreglo y adecuada manutención sin éxito, posteriormente fue okupada hasta 2013. El ayuntamiento arregló la vivienda con carácter subsidiario pero la factura no fue pagada y el inmueble se embargó. A pesar de ello, fue escenario de una violación y es uno de esos lugares del 'mapa del miedo' de Salamanca.
Durante el año 2022 volvió a ser domicilio de ocupas, por lo que la actual propiedad ejecutó una obra de cerramiento clausurando puertas y ventanas para evitar más accesos ilegales.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Una luna de miel que nunca vio la luz
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.