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Miles de vehículos y peatones se guían a diario por las señales de tráfico repartidas por la ciudad, las encargadas de poner orden a la circulación y, junto a los semáforos, que todo el mundo entienda cuando le toca pasar, cuando le toca parar y qué riegos, peligros u obligaciones. Eso pasa por entenderse en un idioma de dibujos, colores y letras que ahora va a cambiar para modernizarse y que obligará a poner al día algunas señales muy frecuentes y clásicas de Salamanca.
La DGT está ultimando el nuevo catálogo de señales de tráfico, que lleva años sin cambios y que va a experimentar una severa puesta al día. Esto marcará un antes y un después porque el organismo de Tráfico es el que marca qué señales tienen que usar todas las administraciones con competencias en circulación, desde ayuntamientos y diputaciones a comunidades autónomas.
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De momento, se sabe que un centenar largo de señales van a cambiar, entre ellas, algunas que tienen mucho uso o que lo van a tener por las nuevas realidades de la circulación. No son las únicas, porque el Ministerio de Transportes también ha hecho algunos cambios en las carreteras.
La del STOP, la que se usa en entornos escolares o la de pasos a nivel cambian de diseño y se incorporan otras como las de las zonas de bajas emisiones, las que regulan la circulación de patinetes o las de fauna en la carretera tendrán nuevos diseños, iconografías o tipos de letra.
El cambio de las señales y sus clásicos pictogramas se inició hace varios años; a finales de 2022 ya se conoció una primera revisión del catálogo. Y ahora ha dado un paso más al ofrecer 'luz verde' el consejo de Estado al catálogo. Se trata de uno de los últimos pasos antes de que se apruebe oficialmente y pase a ser obligatorio. ¿Supone eso que habrá que cambiar las señales?
En el Ayuntamiento de Salamanca ya están esperando más detalles para empezar a actuar porque son miles las señales que regulan la circulación en la capital. Un contrato municipal de cerca de un millón de euros al año se ocupa de que señalización vertical y horizontal y otros elementos para el tráfico se encuentren en perfecto estado de visibilidad y funcionamiento.
El contrato incluye el repintado de marcas viales horizontales, el mantenimiento de las verticales, la instalación de nuevas señalizaciones y placas, el borrado o eliminación de las que sobran, el mantenimiento de la pista de tráfico y de las señales luminosas y el suministro de dispositivos especiales, además de la señalización para eventos. En todos los casos, materiales, placas, pinturas y otros elementos deben ser conformes a la normativa que determine la DGT.
El coste de cada elemento varía, pero está estipulado en detalle en el correspondiente contrato municipal. Oscila entre los 150 euros que puede costar la dotación de una señal convencional, incluyendo su poste pero no la instalación, y los 25.000 euros del dispositivo de tráfico más caro de la ciudad: los pasos de peatones inteligentes que se iluminan. Un radar pedagógica ronda los 8.000 y una señal convencional, pero con iluminación, los mil euros.
De momento, indican que hay que esperar a que se apruebe el reglamento y a partir de ahí se adoptarán las medidas necesarias. La norma contempla que las versiones antiguas que se van a actualizar sigan estando vigentes y que no sea obligatorio cambiarlas, salvo que su deterioro lo aconseje.
Hay bastantes dudas de momento y, según fuentes municipales, todo apunta a que se aplicará a las señales que se pongan a partir de ahora, con un plan de sustitución ya previsto; y que no sería necesario cambiar las actuales y hacer un gasto innecesario.
La realidad es que, del total de más de un centenar de señales nuevas y una treintena de indicaciones modificadas, algunas ya se están usando. En el caso de la capital, ocurre que hace tiempo que se usa la nueva señal de zonas residenciales, con un límite 20 e iconos de niños; también se está usando la de la ZBE aplicando el modelo que diseñó en su día la DGT para todas las ciudades y que aquí se ha adoptado tal cual.
Entre las que más cambian, la que indica las zonas escolares. Hace años que el consistorio reforzó señalización y limitaciones de velocidad en los entornos escolares, pero ahora la señal va a cambiar: en el pictograma clásico un niño tira de una niña, en el nuevo es al revés.
También cambia la señal de peligro por la proximidad de un lugar frecuentado por ancianos, como un centro dedicado a la tercera edad, una residencia... Y cambia la señal de indicación de un paso de peatones, la clásica en azul, en la que se modifica el pictograma del peatón por uno más moderno. Estas son muy frecuentes en Salamanca, con centenares de cruces peatonales. Estas son algunas de las que cambian y que veremos en las calles.
Así era hasta ahora ▲
La señal de paso a nivel sin barreras, también llamada P-8, es un clásico de una realidad a extinguir. Indica peligro por la proximidad de un paso a nivel no provisto de barreras y su diseño se ha actualizado: antes aparecía una locomotora a vapor y ahora aparece el icono de un tren eléctrico, más moderno. En el municipio de Salamanca ya no está presente.
Así era hasta ahora ▲
La actualización de las señales de tráfico vigentes también persigue eliminar connotaciones «inadecuadas» en materia de género. Entre ellas, destaca la que advierte de la proximidad de una zona escolar. La señal antigua muestra a un niño que lleva de la mano a una niña que va detrás de él corriendo hacia el colegio: ahora será al revés y la niña llevará una cartera más grande. Las actuales en la capital son las antiguas y son muy numerosas.
Así era hasta ahora ▲
Otra señal que se ha actualizado es la que alerta pérdida de visibilidad debida a niebla, lluvia, nieve, humos… La señal antigua se parecía mucho a la nueva de Zonas de Bajas Emisiones y, para evitar confusión, el nuevo icono incorpora un automóvil que se introduce en un banco de niebla representado por una serie de rayas horizontales. La señal de la ZBE ya se usa y la de niebla no está presente en la capital, pero sí en la provincia.
Así era hasta ahora ▲
La nueva señal de STOP mantiene su forma octogonal para distinguirla de todas las demás incluso si solo vemos su parte de atrás, pero introducirá cambios en la tipografía, con letras más grandes y visibles. Es una sutil diferencia con la que se usa en la ciudad.
Esta nueva señal incorpora el pictograma de un jabalí (incluso se le distingue un colmillo blanco en el morro) para indicar que hay una «proporción muy significativa» de estos animales salvajes en la zona. Los jabalíes están detrás del 40% de los accidentes con animales en carretera, por encima de los causados por los corzos (35%), que sí tienen su propio pictograma, que advierte genéricamente del peligro de animales sueltos o de posibles cruces de animales en libertad. La del jabalí podría usarse en zonas de parques o La Aldehuela, donde se ha visto a estos animales.
Una nueva señal prohíbe el acceso de Vehículos de Movilidad Personal, representados en este caso por un patinete eléctrico. Otros vehículos 'prohibidos' por este mismo pictograma son los segway y monociclos eléctricos. Se va a usar mucho y será una de las nuevas que se incorporarán a la ciudad porque una ordenanza municipal ya regula su circulación.
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Carlos G. Fernández y Leticia Aróstegui
Alicia Negre y Lidia Carvajal
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