Borrar
Las noticias imprescindibles de Salamanca este miércoles 30 de abril
Un vecino de Elche camina con una linterna durante el apagón eléctrico que se ha producido este lunes en la Península Ibérica. EFE
Crisis de los precios, el papel de la nuclear... claves para entender el apagón

Crisis de los precios, el papel de la nuclear... claves para entender el apagón

El equilibrio entre la oferta y la demanda eléctrica que normalmente se apoya en fuentes renovables ayer falló

Martes, 29 de abril 2025, 09:10

A partir de ahora todos recordarán, como en otros episodios históricos, en qué lugar se encontraban cuando se fueron las luces a media mañana y perdieron la comunicación de sus móviles y ordenadores. Lo que parecía que serían cinco minutos finalmente fueron diez horas de un colapso histórico hasta que el suministro se recuperó en buena parte del territorio peninsular y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hablaba de la causa de la caída como si de un fenómeno paranormal se tratara: «15 GW se han perdido súbitamente, en apenas cinco segundos».

Este episodio del sistema eléctrico español sin precedentes parece el resultado de un cúmulo de causas aún por esclarecer, pero la pregunta es: ¿Podría volver a suceder? Y la respuesta es afirmativa si no se dan soluciones una serie de problemas que se han ido sumando en los últimos meses.

¿Qué es Red Eléctrica?

El primer actor en el punto de mira ha sido Red Eléctrica (REE), grupo participado por el Estado en un 20%. El gestor del sistema actuó ayer con rapidez, informando puntualmente del restablecimiento del servicio, mientras que las grandes eléctricas (Endesa, Naturgy, Iberdrola y Repsol) delegaron en REE la gestión de la crisis. A las 14.30 horas llegó el primer comunicado de Red Eléctrica y su director de Servicios para la Operación, Eduardo Prieto, fue el primero en comparecer de forma telemática para explicar lo que se sabía del corte eléctrico sin entrar en detalles sobre las causas.

Como operador del sistema, Red Eléctrica tiene que equilibrar la demanda de electricidad con la oferta. Ambas deben encajar: un exceso de producción también puede hacer caer el sistema. Así, tiene capacidad para desconectar a productores si detecta que la demanda baja de forma inesperada o para activar otras fuentes si en un momento dado hay un pico de demanda.

Generación y potencia

En primer lugar hay que diferenciar entre la generación y la potencia instalada. Una mayor potencia supone mayor capacidad de producción pero el parque de una tecnología no implica que esta produzca más, solo que tiene capacidad de hacerlo. Por ejemplo, la nuclear, con solo 7,1 GW, hace que las centrales funcionen prácticamente todo el año incrementando su aportación al mix de generación.

La generación del sistema está compuesta de varias fuentes. En 2024 la eólica fue la que más aportó con un 23,2% del total, seguido de la nuclear, con 20%, y la solar fotovoltaica, con un 17%, según el último informe de Red Eléctrica Española (REE). El año pasado, por primera vez, esta última superó a las centrales de ciclo combinado, que producen energía quemando gas y que representaron el 13,6%. La hidráulica también ha tenido mucho peso históricamente, con otro 13,3% en último ejercicio completo, aunque depende de la meteorología.

En cuanto a la potencia instalada, la solar fotovoltaica ya es la principal fuente, con 33,7 GW superando a la eólica con un 31,7 GW y los ciclos combinados 26,2 GW.

La estabilidad del sistema

No todas las tecnologías sirven para dar estabilidad al sistema. La renovables, eólica y solar fotovoltaica son intermitentes, ya que dependen de que haya sol y viento. Las nucleares siempre están produciendo, excepto cuando se producen paradas técnicas. Lo hacen para dar estabilidad al sistema, pero también porque desde una parada total tarda bastante tiempo en volver a ponerse en marcha. Y de ahí cobra más protagonismo el actual debate sobre prorrogar su funcionamiento frente a la hoja de ruta que prevé su desmantelamiento.

De esta forma, las otras dos fuentes con más capacidad de actuación en situaciones como la de ayer son la hidroeléctrica y el ciclo combinado después de que REE activase el mecanismo de reposición. Una suerte de plan en el que las centrales hidroeléctricas de bombeo -que pasan a operar a pleno rendimiento en menos de tres minutos- y las centrales de ciclo combinado -que queman gas para producir electricidad- jugaron un papel determinante. En el caso de las presas, dependen de que haya agua, aunque este año tras las lluvias de marzo esto no ha sido un problema. En el del ciclo combinado, lo importante es que ya está activo porque lleva un tiempo ponerlo en marcha.

Los sistemas nacionales

Otra de los factores que contribuyó ayer a recuperar el suministro en un tiempo relativamente controlado fueron los sistemas nacionales vecinos. Los países envían y reciben electricidad a sus compañeros de frontera. Habitualmente España suele ser exportadora hacia Marruecos y Portugal, mientras que con Francia la situación varía con más frecuencia. Ayer, Francia fue clave para poner de nuevo en marcha el sistema peninsular.

Crisis de los precios

Irónicamente -o no- el corte de electricidad se ha producido en un momento en el que hay tanta, que los generadores se están viendo forzados a regalarla en el mercado mayorista (o pool), donde las eléctricas firman los contratos de compraventa para las distribuidoras y que está provocando en las últimas semanas lo que se conoce como precios negativos. Esto provoca que las renovables se devoren entre sí y distorsiones en el sistema eléctrico que tiene que gestionar unos flujos de luz cada vez más variables.

Oscilación fuerte del flujo de potencia

Técnicamente, la potencia activa –la que realmente hace funcionar los aparatos eléctricos– y la potencia reactiva –la que mantiene los campos eléctricos y magnéticos– pueden empezar a oscilar debido a inestabilidad en el sistema. Según fuentes del sistema eléctrico, una oscilación en los flujos de potencia en las redes se refiere a variaciones rápidas y grandes en la cantidad de potencia (energía por unidad de tiempo) que circula por las líneas de transmisión en un sistema eléctrico. O dicho de otra forma: la cantidad de energía que fluye entre generadores, subestaciones y consumidores no se mantiene estable, sino que sube y baja violentamente en muy poco tiempo.

Por ejemplo, si una planta grande de energía se desconecta de repente, las demás plantas tienen que suplir esa energía instantáneamente, pero no están perfectamente coordinadas. Entonces algunas enviarán más energía de la necesaria, otras menos, y el flujo de potencia empieza a «bambolearse» rápidamente. Si no se controla, el sistema puede desestabilizarse.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

salamancahoy Crisis de los precios, el papel de la nuclear... claves para entender el apagón