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Un hombre llena garrafas de gasolina en Salamanca. EFE
Al kit de supervivencia le faltaba una cerveza

Al kit de supervivencia le faltaba una cerveza

Los chinos hicieron su agosto con las linternas y las pilas mientras las terrazas mantuvieron su ritmo

Álvaro Soto

Madrid

Lunes, 28 de abril 2025, 20:58

Muchas bromas hubo hace un mes con el kit de supervivencia de la Unión Europea, pero a la vista de los hechos, no iba desencaminada la comisaria comunitaria de Preparación, Gestión de Crisis e Igualdad, Hadja Lahbib, cuando comenzó a sacar de su bolso artilugios diversos, como un mago con su chistera. Porque este lunes, cuando el gran apagón dejó sin electricidad a España entera, la gente desempolvó sus radios de pilas, echó de menos el dinero en metálico y salió corriendo al chino más cercano a comprar pilas de todos los tamaños, cerillas, mecheros y una linterna.

Una especie de apocalipsis de andar por casa se vivió en las calles de España. Había incertidumbre, incluso miedo, pero no el suficiente para que las terrazas se vaciaran. Pesó más el temor a que las cervezas se calentaran y los hielos se derritieran frente a la posible amenaza del fin del mundo. La paradoja fue que en las grandes ciudades, las calles se llenaron de movimiento y de vida.

Las universidades cerraron, las escuelas adelantaron sus horarios y una marabunta de adultos y niños que a mediodía suele estar en sus puestos de trabajo y en los colegios caminaba por las aceras volviendo a casa.

Con los semáforos apagados, lo hacían, además, cruzando las calles como se hace en Italia cuando se trata de superar un paso de cebra: echándole valentía y confiando en la benevolencia de los conductores. Como si fuera el principio del verano, las grandes vías de los coches, como la M-30 de Madrid, vivían en abril una inesperada 'operación salida' a la que policías locales y nacionales llamados de urgencia trataban de poner algo de orden.

A la vez, coger un taxi en Madrid era como jugar a la ruleta rusa. Primero, porque no había demasiados (muchos conductores prefirieron aparcar su vehículo ante el riesgo de accidentes). Después, porque llegar al destino podía ser todavía más complicado que cualquier otro día en la ya difícil capital del país. Y finalmente, porque los datáfonos no funcionaban y el efectivo tampoco sobraba, así que la tarifa acababa siendo una negociación entre el taxista y el pasajero.

Que si la profecía del Papa Negro de Nostradamus, que si Putin había apagado la luz para empezar la Tercera Guerra Mundial, que si un cuñado ya me dijo hace tiempo que esto iba a ocurrir... «Desde hace tiempo sabía que iba a pasar una cosa así», decía Pilar Arribas mientras charlaba con un grupo de estudiantes que se había parado con ella para tratar de hacer funcionar su pequeña radio a pilas. «A mí me habían avisado hace tiempo de esta historia, de que iba a haber un apagón general. Estamos en guerra», insistía, preocupada también por su madre de 94 años. «Está sola en un pueblo de 70 habitantes en Segovia y no he podido hablar con ella», relataba, con un punto de angustia.

Unos metros más abajo, Miguel, un caraqueño que trabaja en un establecimiento hostelero del barrio de Quintana de Madrid, presumía de su experiencia en este tipo de acontecimientos. «En Venezuela esto pasa mucho y todos tenemos ya nuestro generador», decía, mientras servía la siguiente caña. En realidad, experiencia en el fin del mundo tienen ya todos los españoles: la pandemia, Filomena, el volcán de La Palma y las consecuencias de la guerra de Ucrania han convertido lo excepcional en normal.

Y en esos casos, la prudencia recomienda siempre ir al supermercado. Colas, no demasiado largas, pero sí colas, comenzaron a aparecer en los establecimientos. En algunos de ellos faltaba pan, leche y latas de conserva, pero no el papel higiénico, el producto estrella de la covid-19. Como en los primeros días de marzo de 2020, los carritos del súper se llenaron, con una particularidad: las tarjetas de crédito, que desde hace cinco años reinan en las cajas registradores, esta vez no valían para nada.

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