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Demolición del viejo hospital de Salamanca. José Manuel García

Los últimos muros que resisten la voracidad de las máquinas en el derribo del Clínico

La demolición está ya en la última fase con los trabajos en la parte del edificio principal y el central

Laura Linacero

Salamanca

Lunes, 20 de marzo 2023, 20:29

Ver el Hospital Clínico de Salamanca hecho pedazos es cuestión de tiempo, poco tiempo. Los trabajos se fijan ahora en el edificio principal y central que aún mantiene parte de la estructura en pie. La parte lateral derecha, -desde la entrada del viejo hospital-, es ahora pasto de las máquinas y se prevé que en las próximas semanas los trabajos se centren en deshacerse de los escombros. En concreto, en los últimos días ha sido el turno de los grandes ventanales que ocupaban la planta superior de las estructuras y que tan bien identificaban al centro sanitario.

Después de que se perdiera el histórico cartel amarillo que anunciaba la entrada a urgencias, el otro rasgo identitario también cede y ya poco queda de lo que un día fue el hospital. Un proceso que se alargará hasta verano porque, después del derribo, la gestión de los residuos será el principal trabajo de los operarios. Igual de importante es procurar que, tanto en la demolición como en la recogida de residuos, las medidas sean máximas debido a la toxicidad de algunos de los materiales que se utilizaron en la construcción.

Al estar muy próximo al hospital operativo, el Hospital Universitario de Salamanca, las ventanas del lado colindante a las obras permanecen cerrada y los operarios tratan de asentar el polvo continuamente con un importante chorro de agua. Igualmente, tratan de renovar el aire continuamente dentro del nuevo hospital para garantizar la pureza de aire que entra al centro sanitario.

Después del verano se levantarán los dos edificios previstos que corresponden a los bloques con las letra K y L siguiendo la nomenclatura del Complejo Asistencial. Con ello, se daría por concluida toda la estructura planteada en la maqueta del Hospital Universitario de Salamanca y se despojaría así de las tareas que ahora asume el Hospital Virgen de la Vega. Así, las consultas externas de los distintos servicios, gabinetes, administración, aulas, salón de actos, hospital de día psiquiátrico y algunos de los dormitorios del personal de guardia.

¿Qué pasará con el Virgen de la Vega?

Una vez construido el edificio de Consultas en la zona este del Hospital Universitario, el futuro del Virgen de la Vega es incierto. Las hipótesis sobre la utilización de este edificio también histórico aún no son definitivas aunque lo que sí es seguro es que será entregado a la Tesorería General de la Seguridad Social. Lo que también se ha descartado es su demolición puesto que goza de protección urbanística.

En un primer momento el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, planteó que trabajarán para que «tenga un uso sociosanitario para la ciudad, el resto de la provincia y también toda la Comunidad».

Evolución del derribo

El derribo del edificio comenzó con el desmantelamiento del interior de las dependencias sanitarias, lo que llenó de mobiliario como mesas, sillas, ventanas, estanterías, taquillas, radiadores, aparatos médicos y otros utensilios a finales de mayo del pasado año. Poco después se inicio el derribo de algunas partes del exterior del edificio, pero con mucho cuidado porque ya se había descubierto la presencia de amianto. Un hecho que paralizó las obras y que supuso un punto de inflexión en el trabajo.

Por ello, una empresa especializada en el manejo de los materiales tóxicos tomó las riendas del derribo. Ahora, el derribo depende directamente de la empresa inicial que va a construir lo que queda del nuevo Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. El primer edificio en caer fue el más próximo al Hospital Universitario de Salamanca y fue una de las etapas más complejas por la cercanía al centro sanitaria.

Los trabajos continuaron con el ala lateral de los otros dos edificios con especial atención en el central puesto que su altura, -diez plantas-, precisaba de una maquinaria especializada. Más adelante, fue el turno de la parte correspondiente a las urgencias y ahora se ultiman los trabajos en las dos alas laterales restantes que poco a poco, van consumiendo el dentro de las estructuras.

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